30 de octubre de 2007

España en llamas


Dejando de lado las divergencias eternas para reconocer y superar el pasado y dejando de lado la pertinaz ceguera de una parte de la sociedad para reconocer la realidad, la historia puede reescribirse aunque sea de manera efímera y personal. Un videojuego nos permitirá por fin poner las cosas en su sitio y conseguir una satisfacción moral que se lleva negando ya demasiado tiempo. En el lado oscuro de la vida nos contentamos con tan poca cosa, que a veces hasta da algo de vergüenza. Eso sí, nosotros destrozaremos tarde o temprano a las hordas fascistas, pero no dudo que Mayor Oreja haga lo propio para evitar que la historia cambie y seguir viviendo los cuarenta gloriosos años posteriores “con naturalidad y tranquilidad”.

Si es que en el fondo somos como niños.

2 comentarios:

Bernardo dijo...

¿Habrá curas en el videojuego? ¿Y se podrá...?
¡Me lo compro!

Baba O'Riley dijo...

Pues yo siempre he querido darle una paliza a Yagüe en la batalla del Ebro; sea acompañado de Lister o no. En cuanto a los hombres de negro, no me sea usted tan perverso.