Este tipo es un artista, el mayor exponente de la picaresca española que ha logrado que la hipocresía sea una virtud de la cual enorgullecerse. Conste que lo asevero con toda la admiración de la que soy capaz; pues ese encumbramiento del chanchullo y el mercadeo solo pueden catalogarse de magistrales.
En las filas peperas es el único que desborda simpatía y compadreo a borbotones, porque no nos engañemos, Acebes provoca el vomito cada vez que abre la boca, Rajoy el bostezo y Aznar el pavor más espantoso; pero Zaplana es diferente, con él te puedes patear Valencia cerrando todos los bares que te salgan al paso. Encima no dejaría de pagar ni una ronda y te amenizaría la velada con sus tropelías levantinas en el mundo de la construcción.
No hay un ministro de trabajo, curioso eufemismo para tal personaje, que haya tenido tantas irregularidades y gastos injustificados como los que ha dejado pendientes el ilustre murciano. Y todo ello sin ni siquiera despeinarse, siguiendo con esa pose de honestidad cum laude y dando clases de virtuosismo económico.
En fin, ante personajes de tal calado, tenemos que convenir que o es una clara provocación lanzada desde el ala derecha para demostrarle a la sociedad lo que buscan en la política, o Zaplana tiene tantos cadáveres bajo la alfombra que la sola mención de desenterrarlos causa pánico entre las filas conservadoras.
3 comentarios:
Baba,
yo le tengo en una consideración que me hacía creer que usted no entraría al trapo de estas bajezas. ¿no hay cosas que denunciar, no ya en el mundo, no ya en España, si no en su Cataluña?
Sea valiente, déjese de niñerías porque me va a hacer creer que eso del criterio propio no va con usted. Ensalce los escasos logros de su amada izquierda, critique a una oposición pusilánime e incapaz de poner a la vista lo que estamos haciendo de este ex-país de mierda -porque no creo que sea capaz de denunciar la mierda que esparcen los suyos propios- pero no entre en estas pequeñeces que usted tiene más talento.
Todo eso está muy bien Armando, pero no confunda el impetú con el engaño. Mis formas son apasionadas y excesivas, pero ¿puede usted negar que Zaplana sea un parásito oportunista?
Baba, no entre al trapo. No será la primera vez que el fancine de prisa, cegado por el sectarismo, hace el ridiculo con zaplana. ¿Sabe que la madre del ex ministro, receptora de regalos según polanco, murió en 1966?
Ya verá, ya...
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