28 de febrero de 2007

Pixie y Dixie


Normalmente una numerosa parte de la derecha española arremete día sí y día también, contra dos de las figuras más controvertidas que gobiernan sudamérica: Castro y Chávez.

Aunque no todo las teorías de estos dos personajes son descabelladas, no me negaran que el facherío algo de razón lleva en sus críticas. Uno con sus payasadas televisivas y radiofónicas está rebajando el nivel cultural de su Venezuela querida a cotas de ridiculez esperpénticas, amén de promover unas medidas económicas que tarde o temprano les pasarán factura. Y del redentor de Cuba pues ya lo ven, con un pie en el otro barrio y aferrándose al poder como una sanguijuela, delirando acerca de su inmortalidad, descartando la posibilidad de que el país no pueda existir sin su presencia.

Y no piensen que no me duele reconocer estos fracasos, la izquierda seria y coherente no puede amparar a estos descerebrados caducos y trasnochados. Ahora bien, eso no quiere decir que no tengan razón en parte de sus planteamientos o que su esencia fuese en su origen pura y bondadosa, pero obviamente la manera de llevar a cabo ciertas políticas, ha sido un puro despropósito.

La diferencia moral entre izquierdas y derechas, entre otras cosas, creo que radica en la capacidad de autocrítica de la que de vez en cuando hacemos gala. Los del otro lado, jamás reconocerán un error, como demuestra claramente la muerte placida y entre alabanzas de cierto dictador chileno.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Con Chavez pasa como con FJLS, los amas o los odias, pero tienes que reconocer que dominan el arte de la demagogia como nadie...

Tampoco es fácil, no crean... dar espectáculo todos los días.

Que eso va en detrimento de la imagen de Venezuela, no se yo... cual era la imagen de Venezuela hasta ahora, la de los concursos de belleza...?

Baba O'Riley dijo...

Todo eso está muy bien, Mafalda, pero demagogias aparte, no me negará que es ponerle demasiado faciles las cosas a la derecha.