2 de marzo de 2008

¿Elecciones?


Si somos un poquito coherentes y no nos dejamos llevar por cegueras eventuales deberíamos acordar que el mundo de la política da asco; especialmente cuando una cita electoral se vislumbra en nuestro horizonte más cercano. Nos enorgullecemos de que la bilis sea nuestro rasgo identitario y dejamos que las vísceras remplacen alegremente el lugar ocupado por las neuronas. Política, sentido común y sentimientos se dan de ostias hasta la extenuación evitando con más audacia que deseo cualquier vestigio de equilibrio. Y bien está que así sea. Por lo menos si todos nos empeñamos ostensiblemente en ello.
Pondré un caso arquetípico de lo que argumento basándolo en mi propia experiencia particular. Puedo asegurar sin sentir un desmedido rubor, que me alineo en las filas de un nacionalismo catalán constructivo, que desgraciadamente sufre el desprecio de ambos lados del Rubicón. Intentando condicionar mi posicionamiento vital a una cierta dosis, ingenua o no, de posible tendencia a la autodeterminación. Es decir, una posición meridianamente clara ante la hipócrita postura de los dos principales partidos del estado español.
Y en esa tesitura me encuentro cuando contemplo las posibles opciones que se despliegan a la hora de colocarse ante una urna. Podría obviar la actual realidad estructural de nuestra nación y nuestros vecinos españoles y seguir apoyando racionalmente a la misma relativa minoría, lo cual sería la opción más cómoda y honesta; o bien podría intentar que mi voto fuera lo más útil posible y evitara el posible acceso de las hordas populares a la bancada azul. Significaría eso votar a un tipo vulgar, vacío, simple y fantasioso, provocando con ello alguna noche de insomnio por perder la integridad de manera tan ordinaria. Eso sí, a cambio de evitar que el verdadero peligro de tragedia se haga con las riendas y nos envíe a todos los que pensamos diferente, gustosamente a la mierda.
O sea, la decisión final oscilaría más o menos, entre escoger entre la opción de ser simplemente puta o la opción de además de serlo tener que proporcionar un catre. Difícil elección cuando para evitar la catástrofe a uno sólo le queda la ridícula alternativa de apoyar al mentiroso de León. ¡Hasta donde hemos llegado!

Finalmente a uno le queda la sensación de que además de nacionalistas somos idiotas. Afortunadamente, cuando ya sólo queda la disyuntiva de sumirse en los brazos de la desesperación, aparecen las tristes figuras de gente como Rajoy, San Gil, Acebes, Dolores Navidad y otros personajes de similar calaña que te devuelven a la realidad y te otorgan una bocanada de paz de espíritu y de congratulación con uno mismo. Saber que existe gente así te posiciona siempre en su contra; sean cuales sean tus aliados.

8 comentarios:

Tanhäuser dijo...

Se te ha echado de menos un montón, amigo Baba.
Un abrazo

Baba O'Riley dijo...

Obrigado Tan. Un orgullo que se siga acordando de uno tras tantos meses de ausencia. Nos leemos por aqui o por el Forsi.

Anónimo dijo...

Bienvenido y bienhallado Don Baba, no estoy de acuerdo en eso de exhaustos y fracasados, me consta que la vida le va muy bien últimamente :-) así que no se queje tanto.

Tambien le felicito por el cambio de Times New Roman a Arial!

Por cierto ayer no pude ver el debate, alguien puede ilustrame un poco?

keep in touch!

maf

Armando dijo...

Pues casi que se me acaba de caer un mito.

¿será capaz de votar a Rodríguez?

Alucinando me deja

Bernardo dijo...

¡Caray qué grata sorpresa!

Eso sí, no vuelva a hacernos sufrir de esta forma.

Baba O'Riley dijo...

Mafalda, usted sabe que la confianza en ocasiones da asco y a cierta gente mantenerle una cierta impostura se me antoja imposible.
Armando, no se me alarme que era una burda "boutade". Como voy a alinearme al lado de personajes tan siniestros como su admirado Gaspar Zarrias. Ya le explicaré un par de intimidades personales que me han acontecido en los últimos meses.
Bernardo, intentaremos mantener el tipo como se pueda a partir de ahora. Ya le explicaré también los motivos de la ausencia. Por cierto, me tiene que explicar el cambio de look y la elección de la muerte de Marat.

Anónimo dijo...

Como usted ha dicho votar a la minoría es una opción honesta luego es una buena opción. Ahora mismo la unica excusa para votar al PSOE es para que no gobierne el PP, pero un voto de una persona puede llegar a ser algo insignificante así que mejor bienutilizarlo en la minoria.

Salud y República.
http://nacidoel14deabril.blogspot.com

Armando dijo...

Lo suyo ha sido lo que se dice un éxito de convocatoria. ¿Estará contento, no? ;)