Hay que reconocer que en el complejo mundo de los casos con marcado tono surrealista, Estados Unidos es un campo de cultivo difícilmente superable. Así se refleja en la noticia recogida en el ABC donde un bebe de diez meses no tuvo problema alguno para conseguir una licencia de armas en toda regla, tras una solicitud realizada, evidentemente, por su padre.
Es tan tremendamente absurdo, que sólo encontramos ejemplos de despropósitos tan indiscutibles en el seno de esa maravillosa nación, ejemplo de libertad y decencia. Parece talmente que leyes y gobernantes compitan en estupidez e inconsciencia en una carrera sin sentido.
Y no estamos hablando de un fallo burocrático, donde un mecanismo informatizado ha otorgado alguna prebenda equivocadamente, no, aquí estamos hablando de que es perfectamente legal tener una licencia de armas siendo todavía un retoño que no sabe ni hablar. Con un flamante carnet acreditativo, con la edad perfectamente especificada, con sus 68 cm. de estatura y sus 9 kg. de peso y con una instantánea de su rechoncho y sonrosado rostro. Totalmente legitimo en el glorioso estado de Illinois.
Después, cuando surgen tragedias como las de las matanzas en colegios, la sociedad entera empieza a hacerse preguntas y nunca encuentran respuestas.
3 comentarios:
¡Como para darle al niño la papilla equivocada, o cambiarle mal los pañales!
Ahora bien, le conferasré algo en lo que, aunque suene tremendamente cínico, creo a pies juntillas.
Si Estados Unidos prohibiera las armas de fuego en su territorio, el mundo sería mucho más peligroso.
Y es que puede tener por seguro que los fabricantes jamás aceptarían una reducción de su capacidad industrial, por lo que esos millones de armas que venden en su mercado interno, seguro que las colocarían en cualquier otra parte del planeta. En regioses con conflictivas o suscetibles deserlo con un poquito de ayuda.
Por tanto,si se matan entre ellos, dejando de lado la tragedia humana, es su problema. Así se lo coman, mientras no nos impongan -ya les gustaría a la industria- ese estilo de vida.
Olé Bernardo, visto así pues tambien es verdad... con su pan se lo coman. Probablemente es cierto que cada pueblo tiene el gobierno que se merece (menos lo sirakies, que en este momento tienen el [des]gobierno que quiere Bush)
Y ahora voy a hacer un Perdiu, algo que no tiene que ver, pero no me resisto a explicarles el chiste de El Roto que vi ayer, lo mejorcito de toda la campaña:
Sale un cartel electoral enorme, una valla de esas de carretera, un político con sonrisa profidén, y el eslogan del candidato es:
Ven la sinceridad de mi sonrisa?... pues así todo.
Disiento con los dos, pues luego sus problemas internos los extrapolan al resto del mundo y piensan que son los salvadores de la decencia y la humanidad.
Alguien, alguna vez, tiene que decirles que su sistema apesta.
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