Es muy difícil atreverse a observar la vida con los ojos y la sensibilidad de otro. Sobretodo cuando se conjugan dentro de la mente el pensamiento utópico social y la lógica más descarnada. Llega un momento en el que vas irremediablemente a la deriva entre la necesidad de mantener la identidad y la obligación de intentar ser diferente; plantearse otros puntos de vista es un lujo y una invitación en toda regla a morar en los campos de la locura. Mis disculpas más humildes.
Una filosofía de bolsillo para enfrentarse a la existencia más cambiante, pertrechado únicamente con la rutina y la soledad.
Y encima estamos ya en verano.
2 comentarios:
Alicaído Baba:
Rutina? y quien no encuentra su trabajo monótono, su vida siempre igual en algun momento?
Soledad? creo que usted no está solo en absoluto...
No se si tenia un mal dia, o le pasa algo... a lo mejor simplemente se sentía filofófico.
Yo creo que la mayoría tenemos momentos de reflexión, en que nos planteamos cosas de la vida.
Por supuesto que hay gente que jamás piensa o medita sobre su existencia, ni se detiene a pensar si podrían ser mejores, dar más, o rectificar su vida, pero son los menos y creo que se trata de gente un poco simple... aunque que placer sería ser simple a veces!!
Por si les interesa recomindo un link del magazine digital de la Vanguardia, donde hay gente que explica cambios radicales que dieron a sus vidas
http://www.magazinedigital.com/participacion.php?pt_id=11
Me encantó ese libro
Publicar un comentario